Fuente: La Nación
Taiwán es una isla con 23,5 millones de habitantes y con uno de los aeropuertos más activos del mundo. Desde que empezó la pandemia hasta hoy, reporta solo 11 muertos por covid-19. Australia, con 25,3 millones de habitantes, tiene hasta la fecha 910 muertes. ¿Cómo logró Taiwán controlar la epidemia sin encierros ni vacunas?
En la prensa con frecuencia leemos sobre el milagroso caso de Israel, que con 9 millones de habitantes tuvo 6.345 muertes y hoy ha podido controlar su epidemia gracias a la vacunación masiva que tuvo. Pero Israel es un país que recibe mucha ayuda. Tan solo en el 2019, EEUU donó a Israel US$ 3,8 billones y además le facilitó un préstamo especial de 8 billones; así resulta más fácil operar milagros, y por otro lado no es un modelo que pueda ser implementado en Paraguay.
La estrategia de Taiwán ha sido simple y obviamente brillante. Desde un inicio ellos han cerrado la entrada de China, sospechando ya que algo andaba mal en Wuhan. A diferencia de Paraguay que, inconstitucionalmente, no permitió la entrada al país de más de 25 mil connacionales, Taiwán tomó la iniciativa de repatriar rápidamente a 1.444 taiwaneses de Wuhan.
La epidemia de SARS del 2003 ya les había dado cierta experiencia para situaciones similares, y fueron uno de los primeros en tomar acciones inmediatas, sin encierros y sin medidas drásticas que afectaran a su economía. De hecho, la gente siguió trabajando y yendo a las escuelas; solo las actividades en masa fueron suspendidas. Su economía subió casi un 2% en su GDP. Sin embargo, con todos estos resultados positivos, la OMS se negó a considerar sus medidas.
No se hicieron encierros, pero sí exigieron, como corresponde, cuarentena a los infectados y de los que se sospechaba que se habían infectado. Todo el que ingresa al país debe someterse a dos semanas de cuarentena. El gobierno provee con un kit completo para los que hacen cuarentena, de modo a que no les falte nada. Además, se da ayuda económica para individuos y negocios (US$ 1,99 billones).
Tan pronto como se dieron las noticias, los taiwaneses comenzaron con sus programas de investigación para diagnosticar, tratar y desarrollar alguna vacuna. Comenzaron también un programa masivo para autoabastecerse de insumos, y tanta fue su producción de mascarillas que pudieron donar 17 millones de ellas a otros países.
Su estrategia fue simple: proteger su frontera; rastrear y hacer testeos, e imponer cuarentenas a casos positivos y sospechosos. Lograron un éxito mundial sin tener el apoyo de la OMS y sin contar con “mentes brillantes”, que no se prepararon durante todo un año y que además fundieron la economía.
Su política con relación al covid-19 es de tolerancia cero. Otros países exitosos como Singapur y Japón fueron más tolerantes permitiendo algo de difusión del virus.
Se estima que el éxito de Taiwán no se debió necesariamente a la “disciplina” de su gente, ni tampoco se debió a su sistema político. Su secreto estuvo en actuar inteligentemente y rápido, y en que su gente colaboró en su mayoría porque “confía” en el gobierno.