Fuente: La Nación
La crisis política también se evidencia en la mesa directiva del Congreso Nacional y de la Cámara de Senadores. La alianza de ciertos senadores colorados con senadores del Frente Guasu demuestra la estrategia que se está urdiendo con suma cautela. Ayer miércoles, el presidente del Congreso, Óscar “Cachito” Salomón, demostró su sumisión a Fernando Lugo al cederle su lugar en las gestiones de alto nivel.
En la visita del embajador de Rusia, Alexander Pisarev, a la Cámara Alta, los expertos en ceremonial alertaron sobre la foto que se publica desde el Congreso Nacional, en la que se ve a su presidente, Óscar Salomón, ceder su espacio en el centro de la mesa al líder de la concertación de izquierda Frente Guasu, Fernando Lugo. Las fotos elocuentes de sumisión denotan una estrategia de instalar la figura de Lugo como nuevo presidente del Congreso y tercero en la línea de sucesión.
Como se puede apreciar, por protocolo, el sitio entre las banderas corresponde al presidente del Congreso, pero Salomón se hizo a un lado cediendo el lugar al referente de izquierda. Existen versiones sobre arreglos que estaría propiciando Salomón para ceder la presidencia del Senado a Lugo en la próxima renovación de la directiva del Senado en junio próximo.
La intención subyacente sería la de formar un frente “sommier” que prepare la “cama” a la Asociación Nacional Republicana (ANR) con otros senadores colorados alineados con la izquierda. Un primer paso en este proceso es la máxima exposición posible de Lugo en compañía de “Cachito” y su visibilidad en eventos y acuerdos en los que participa el empresario motelero devenido a titular del Congreso del Paraguay.
Esta proximidad no es del agrado de senadores referentes de partidos tradicionales como el PLRA y la ANR. Los legisladores son contrarios a la alianza entre los seguidores de “Cachito”, Lilian Samaniego, Rodolfo Friedmann, Juan Afara y los del Frente Guasu. Claramente, el presidente Salomón se adelanta al cambio de la mesa directiva, esto también por la serie de embates y escraches contra su persona por los millonarios aumentos en pleno colapso hospitalario.