Fuente: Agencia France Presse
Los buceadores recuperaron este martes una de las cajas negras del Boeing desaparecido el fin de semana en las costas de Indonesia con 62 personas a bordo, lo que debería ayudar a los investigadores a entender las causas de la tragedia.
“El FDR (Flight Data Recorder, que graba los parámetros del vuelo, ndlr) fue hallado”, anunció este martes el ministro de Transportes Budi Karya Sumadi.
Los investigadores recibieron una fuerte señal este martes y enviaron a los buceadores que lograron dar con la caja tras una hora de búsqueda, explicó un periodista a AFP que se encontraba a bordo de un barco de la marina indonesia.
Los datos podrían estar disponibles dentro de “dos a cinco días”, precisó Soerjanto Tjahjono, jefe de la agencia de seguridad de Transportes.
El Boeing 737-500 de Sriwijaya Air se precipitó abruptamente unos 10 mil pies (3 mil metros) en menos de un minuto en el mar de Java. Las autoridades no han dado ninguna pista sobre las posibles causas del accidente de este aparato de 26 años unos minutos después de despegar.
Unas 3.600 personas trabajan para rescatar lo antes posible los restos de las personas que viajaban en el vuelo, así como restos del avión y las cajas negras del aparato. Un robot submarino y radares ayudan en la labor de los buzos.
Las imágenes difundidas por la marina mostraron a los buzos nadando en medio de restos, con decenas de barcos y helicópteros presentes en la zona.
Se han llenado varias decenas de bolsas con los restos humanos recogidos en el mar que han sido trasladadas a un hospital de la policía para su identificación.
“Todavía no podemos aceptarlo, dijo Inda Gunawan al referirse a la desaparición de su hermano Didik Gunardi, que se encontraba a bordo del Boeing. “Nuestra familia espera aún un milagro y que esté con vida”, agregó.
La policía confirmó la identidad de una primera víctima, Okky Bisma, un tripulante de 29 años, gracias a la huella digital de una de sus manos que ha sido recuperada.
“Descansa en paz allá arriba querido mío y espérame en el paraíso”, escribió su esposa Aldha Refa en su cuenta Instagram.
Las autoridades han pedido a los familiares de las víctimas que donen muestras de ADN para ayudar en la identificación.
Un total de 62 personas, entre ellas 10 niños, todos indonesios, estaban a bordo del avión que se dirigía a Pontianak, una ciudad de la parte indonesia de la isla de Borneo.
Nurcahyo Utomo, investigador de la agencia indonesia de seguridad de los transportes (NTSC), indicó que la tripulación no había emitido ninguna señal de socorro antes del accidente. Los datos preliminares sugieren que es “muy probable” que el avión estuviera intacto cuando tocó el agua.
El jefe de los servicios de rescate Soerjanto Tjahjono confirmó este análisis este martes, subrayando que los restos se encontraban en una zona poco extendida, en lugar de estar desperdigados como ocurre en caso de explosión en vuelo.
“El tamaño (de la zona) corresponde a la hipótesis según la cual el avión no explotó antes de llegar al agua”, afirmó.
Según especialistas de la aviación, los datos del vuelo indican que el aparato se desvió drásticamente de su trayectoria prevista antes de caer bruscamente, y alertan de que la investigación sobre las causas del accidente podría llevar meses.
Este es el primer accidente mortal que registra Sriwijaya desde el que se creó la compañía, en 2003.
Pero el sector del transporte aéreo de Indonesia ha registrado varias tragedias en los últimos años y varias compañías aéreas del país tenían prohibido viajar a Europa hasta 2018.
En octubre de 2018, 189 personas murieron en el accidente de un Boeing 737 MAX explotado por Lion Air que se accidentó en el mar de Java, doce minutos de después de despegar de Yakarta.
Un accidente que afectó al mismo modelo de avión en Etiopía llevó a la inmovilización durante meses de este tipo de aparato y al cuestionamiento del fabricante.
El avión de Sriwijaya no pertenece a la nueva generación controvertida de Boeing 737 MAX, es un Boeing 737 “clásico”.