El presidente Abdo Benítez tuvo que recular de su decisión de nombrar al cuestionado jefe de gabinete Juan Ernesto Villamayor, considerado el monje negro de su gobierno, como jefe de equipo negociador del anexo C de Itaipú, para el cual se habría prácticamente autonombrado luego de la renuncia del también cuestionado Héctor Richer.
Ayer en horas de la siesta, se había anunciado la renuncia del citado funcionario y la virtual designación de villamayor a la cabeza del equipo. Ante la indignación popular y mediática expresada a través de las redes y de los medios de comunicación, el gobierno tuvo que dar marcha atrás a sus pretensiones y propondría a un técnico para dicho cargo. Uno de los nombres que suena es el del ingeniero Guillermo López Flores, quien se desempeñó como ex director de Yacyretá.
El representante del Gabinete Civil trabajará en las negociaciones con Euclides Acevedo, en representación de la Cancillería, con Félix Sosa, presidente de la ANDE, y con el ministro Arnoldo Wiens, en representación del MOPC.
Villamayor fue recientemente interpelado por la Cámara de Diputados por su participación en la negociación secreta sobre la deuda de Petropar con la petrolera venezolana Pdvsa y varios sectores presionan para su destitución.