Fuente: HOY
Un grupo de unas 70 personas el pasado 4 de abril ingresó a unas tierras ubicadas en la zona de Naranjito, distrito de San Rafael del Paraná, departamento de Itapúa, alegando ser campesinos sin tierra y que iban a ocupar el sitio por ser un inmueble sin dueño, abandonadas y solicitaron la intervención del INDERT para que se haga una mensura y se expropie el sitio a favor de ellos.
Carlos Sotelo un polémico dirigente campesino de la zona que siempre aparece en este tipo de hechos, fue el que encabezó la invasión, esta persona es conocida por liderar a grupos invasores y ya fue denunciado judicialmente en varias ocasiones.
Se pidió la intervención del fiscal de María Auxiliadora, Luis Albertini y que se constituya en el sitio para frenar el atropello que se estaba dando. Tras la intervención fiscal se se comprobó que las tierras invadidas no eran abandonadas, sin dueño, tal como aseguran los campesinos, las tierras le pertenecen a Eitel Simón, quien adquirió 337 hectáreas en el año 2000, según consta en su título de propiedad, pero la cuestión va más allá ya que según Simón es mentira que sus tierras son improductivas y agrega en su descargo que tiene 28 hectáreas ocupadas por una plantación de pino desde hace 20 años, y que ahora no está pudiendo cosechar por la presencia de los invasores. Además de los pinos el dueño de las tierras dice que tiene áreas de cultivos agrícolas en otras partes del terreno, por lo que es totalmente falso que el sitio primero no tenga dueños y segundo que esté en estado de abandono.
El fiscal Albertini solicitó al INDERT que intervenga en el caso que se ocupe de verificar la denuncia de los campesinos y que contraste los expuesto por el dueño de las tierras. Desde el INDERT quieren hacer una mensura para ver si existe tierra excedente que pueda ser expropiada a favor de los campesinos.
En su descargo Simón señala que a parte de sus 28 hectáreas plantadas de pino, todas las fincas tienen estudio de impacto ambiental y cumplen con todas las leyes de pago de impuestos, lo que significa que está al día con sus tributos.
Los campesinos alegan que son de una comisión vecinal reconocida por el municipio de Naranjito y que no pertenecen a grupos de delincuentes o aprovechados, o que estén recibiendo un dinero por ingresar a esa propiedad, sin embargo tras las pesquisas se supo que no existe ninguna comisión vecinal en la zona y que estas personas están siendo utilizadas por otras para apoderarse de tierras que están siendo trabajadas desde hace más de dos décadas.
Pero una vez más los vínculos políticos que tienen estos invasores que se hacen pasar por campesinos sin tierra presionan para poder expropiar la propiedad de Eitel Simón, quien deberá contratar abogados, ir a una larga lucha en el plano judicial, para poder expulsar a los invasores de sus tierras, si así lo determinan los jueces, mientras tanto sus cultivos se verán afectados ya que no podría continuar con su producción.
Pero esta no es la primera vez que le quieren despojar de sus tierras a Simón, ya en el 2020 la Camara de Diputados rechazó un proyecto de ley que quería declarar de interés social las tierras y tenía la intención de expropiar a favor del INDERT a fines de la reforma agraria varias fincas entre las que figuraba la de Eitel Simón, pero pese a las presiones y maniobras políticas eso no prosperó. Desde el mismo INDERT se hicieron todos los trámites para poder quedarse con estas tierras del distrito de San Rafael del Paraná.
El 30 de septiembre de 2020 se dispuso desde la asesoría jurídica del INDERT que el abogado Yoni Alonso sea designado como realizar la mensura de las tierras que querían ser expropiadas. Sin embargo todo lo que se hizo finalmente no sirvió para que la Cámara de Diputados falle a favor de ellos.
Por esa razón es que ahora se apela a la invasión como último método para quedarse con tierras que fueron demostradas con documentos que tienen dueño y que son productivas. A decir de Eitel Simón, esta es la sexta vez que ingresan a sus tierras y en todas las otras ocasiones tuvo que recurrir a la justicia para desalojarlos.