Fuente: La Nación
El caso de la joven María Sol Chávez, quien falleció a raíz de una supuesta negligencia médica, tras recetarle su odontóloga, Lilia G. Espinoza, 2 gramos de flúor en comprimidos se conoció ayer. Hoy, el fiscal Luis Fernando Chamorro imputó a la profesional médica por homicidio culposo.
El fallecimiento de Chávez se produjo tras ingerir el fármaco que le fue recetado en el consultorio de Espinoza, de quien era paciente. La joven consumió 2 gramos de flúor en comprimidos a las 15 horas del 9 de abril y minutos después empezó a sentirse mal.
Dos horas después, tras agravarse su condición, la misma fue trasladada de urgencia hasta un sanatorio privado donde le realizaron un lavado gástrico. Allí, la joven tuvo un paro cardiorespiratorio por intoxicación con flúor y siete horas después, a las 22 horas, falleció.
Sus familiares acudieron hasta el Ministerio Público y realizaron la denuncia correspondiente. El fiscal Chamorro solicitó una autopsia y la extracción de muestras de sangre. En el marco de la investigación, Espinoza fue llamada a declaración indagatoria, pero se abstuvo y fue imputada por el agente fiscal.