Fuente: Clarín
En un dramático llamado publicado en los medios, desde Macron hasta Piñera advierten que “nadie está a salvo”.
Los principales lideres mundiales piden un tratado contra las pandemias. El presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Boris Johnson, la canciller alemana Ángela Merkel junto a los presidentes de Ruanda, Costa Rica y Chile, entre otros, proponen “un acuerdo global”, similar al que se forjó después de la segunda guerra mundial para enfrentar esta y futuras pandemias.
“El mundo necesita un acuerdo global similar al que se formó después de la Segunda Guerra Mundial para proteger a los estados tras el coronavirus”, advierten Boris Johnson y otros líderes mundiales, este martes.
En un artículo publicado en los principales diarios del mundo como Le Monde, The Daily Telegraph y El País, desde Emmanuel Macron hasta Ángela Merkel advierten que el virus ha sido “un duro y doloroso recordatorio de que nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo”.
Tras la creciente tensión internacional sobre el suministro de vacunas, piden «el fin del aislacionismo y el nacionalismo” en favor de una nueva era de solidaridad.
La convocatoria internacional de 24 líderes mundiales, junto con el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, se realizó este martes en los periódicos de todo el mundo, incluidos Le Monde en Francia, El País en España y Frankfurter Allgemeine Zeitung en Alemania.
Los líderes insisten en que se necesita un tratado similar al acuerdo forjado a raíz de la Segunda Guerra Mundial para construir la cooperación transfronteriza, antes de la próxima crisis de salud internacional. Describen el coronavirus como “el mayor desafío para la comunidad global desde el 1940 ”.
“En ese momento, tras la devastación de dos guerras mundiales, los líderes políticos se unieron para forjar el sistema multilateral. Los objetivos eran claros: unir a los países, disipar las tentaciones del aislacionismo y el nacionalismo, y abordar los desafíos que solo podrían lograrse juntos en el espíritu de solidaridad y cooperación, a saber, la paz, la prosperidad, la salud y la seguridad», escribieron.
Un tratado sobre pandemias “debería conducir a una mayor responsabilidad mutua y responsabilidad compartida, transparencia y cooperación dentro del sistema internacional y con sus reglas y normas” proponen los líderes.
El artículo conjunto surge tras el desacuerdo entre Gran Bretaña y la UE sobre la producción y distribución de vacunas. La Comisión Europea ha amenazado con bloquear los envíos al Reino Unido de potencialmente millones de dosis de AstraZeneca desde la planta Halix de la compañía en los Países Bajos, luego de la ira en Bruselas porque la compañía se quedó corta en sus entregas en lo que va de año.
El acuerdo eliminaría el nacionalismo creciente en esta guerra de vacunas entre Europa y Gran Bretaña y entre los países ricos y los pobres, que tienen pocas posibilidades de conseguir vacunas, ante la competencia de las grandes potencias y sus necesidades domésticas.
Boris Johnson ha propiciado un acuerdo global nuevo frente a la pandemia y lo propondrá en junio a sus pares del G7, en Cornwall. Considera que debe haber un mejor método para compartir información de la pandemia ante la inquietud frente a China de retacear información a los inspectores, que investigaron los orígenes del virus y su progresión.
El acuerdo busca compartir las responsabilidades para hacer frente a la crisis, según los dirigentes europeos, africanos, latinoamericanos y asiáticos que firman el llamado.
“Nosotros nos comprometemos a garantizar un acceso universal y justo a las vacunas, a los medicamentos y a los productos de diagnostico duro, eficaces y abordables” proponen.
“Ningún gobierno ni ningún organismo multilateral puede solo hacer frente a esta amenaza. La cuestión no es si tendrá lugar sino cuando», argumentan.
“Todos juntos nosotros debemos prever mejor la pandemia, prevenirla, detectarla, evaluarla y reaccionar eficazmente a ella de una manera perfectamente coordinada. La pandemia del Covid 19 nos ha advertido brutalmente y en el dolor que no hay seguridad en tanto que el mundo no la tenga”, escribieron.
“La vacuna es un bien público mundial y debemos estar en medida de desarrollar, fabricar y desplazar las vacunas a la brevedad posible”, sugirieron.
Promueven la igualdad de acceso a los test, a los tratamientos y a las vacunas y aportar un sostén a los sistemas de salud a escala planetaria. Proponen una escala global del acelerador ACT en la lucha contra el Covid a nivel mundial.
Por eso los países deben firmar un nuevo tratado internacional sobre la preparación y las respuestas a las pandemias. Este compromiso será una etapa importante para consolidar la preparación de las pandemias al más alto nivel político.
La Constitución de la Organización Mundial de la Salud debe servir de anclaje y será sostenido por otras organizaciones para conseguirlo.”El tratado se fundará sobre los actuales instrumentos mundiales de la salud, en particular el reglamento sanitario internacional, de manera de garantizar un sólido apoyo que nos serviría para mejorar las cosas”, dijeron.
El objetivo del tratado es fortalecer las capacidades nacionales, regionales y mundiales y la resiliencia frente a las futuras pandemias.
El tratado estará basado en el principio de “una sola salud”, que vincula la salud de los humanos, de los animales y de nuestro planeta.Aspira a una responsabilidad mutua y “trabajarán con el sector público y privado”.
La herencia del tratado “será la solidaridad para que el mundo esté mejor preparado”. Se suman a los firmantes Mario Draghi, presidente del Consejo Italiano, Antonio Lios Santos da Costa, primer ministro de Portugal, Paul Kagame, presidente de Ruanda, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, Sebastian Piñera, presidente de Chile, Mark Rutte, primer ministro de los países Bajos, Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, entre otros.
El lunes a la noche, Boris Johnson anunció su último movimiento para garantizar la resistencia de las cadenas de suministro de vacunas nacionales del Reino Unido, en medio de la amenaza de guerras comerciales.
Anunció que el grupo de trabajo de vacunas del gobierno había cerrado un acuerdo con GlaxoSmithKline, el gigante farmacéutico británico, para «llenar y terminar» 60 millones de dosis de la nueva vacuna Novavax en una planta en Barnard Castle, Co Durham.
Esta decisión elimina la posibilidad de que Novavax deba mandar sus sueros a Alemania para ser llenados en viales. Gran Bretaña quiere invertir en su capacidad doméstica de manufacturar vacunas y terminar con la dependencia sanitaria, que ha sido una característica de esta crisis y asegurar el suministro, sin la incidencia de la UE.
El Novavax ya está en fase 3 y será aprobado por los reguladores británicos en las próximas semanas. Las primeras dosis comenzarían en mayo.