Fuente: HOY
El Doctor Miguel Ángel Cavallo realizó una cirugía mamaria sin la asistencia de un anestesiólogo ni los elementos necesarios para realizar la intervención.
Maylen Analía Romero Ledesma recurrió al Sanatorio Médicis para realizarse una cirugía de implante mamario (mamoplastía) y terminó muerta. La víctima fue atendida por el Doctor Miguel Ángel Cavallo con quien contactó días antes de la intervención quirúrgica.
En fecha 30 de diciembre de 2020 aproximadamente a las 16:20, Romero Ledesma habrían concurrido al Sanatorio Medicis y según la imputación fiscal a cargo de agente fiscal Claudia María Aguilera Jara, el médico realizó el procedimiento solo sin un anestesiólogo que lo acompañe.
Aproximadamente tres días antes de la cirugía, Cavallo habría llamado al centro médico para solicitar la reserva de una sala de quirófano, con el fin de realizar una cirugía ambulatoria de párpados, sin internación, esto fue anotado en la agenda del sanatorio por parte del Licenciado en Enfermería Dionisio Vera.
Este agendamiento de cirugía, que en realidad fue de implantes de mamas, correspondería a la víctima fatal.
Durante el procedimiento, el Licenciado Vera se había percatado de que no se trataba de una cirugía de párpados y reclamó al profesional, pues los elementos preparados no eran los correspondientes.
Sin embargo, este de todas formas continuó la preparación de la anestesia a ser aplicada a la mujer, utilizando así tres frascos de supuesta lidocaína.
Seguidamente, la paciente convulsionó tres veces varios minutos y aún así el médico habría querido continuar con la operación, por lo que el enfermero acudió a un médico de guardia, quien trató de reanimar a la paciente que requirió con urgencia su traslado a una sala de terapia intensiva, a lo que el cuerpo de la mujer ya no resistió y falleció.
Cavallo posee múltiples denuncias por mala praxis. Incluso había sido imputado por realizar cirugías plásticas, sin la autorización del Ministerio de Salud.
El médico posee dos denuncias de mujeres que quedaron supuestamente con severas secuelas tras recurrir a los servicios de Cavallo, en una clínica que funcionaba en el barrio Carmelitas, sin la autorización de la cartera sanitaria.