Fuente: HOY
Los empresarios de transporte continúan con las reguladas, justo en el peor momento de la pandemia en Paraguay. La circulación del virus es comunitaria y los pasajeros se ven obligados a viajar aglomerados, multiplicando las posibilidades de contagio.
En un simple recorrido por Calle Última se pudo ver que los pocos buses que pasan en hora pico viajan repletos de pasajeros. No se observan los controles anunciados por el Viceministerio del Transporte.
Si bien la circulación es comunitaria y no se puede atribuir los contagios solamente a los viajes en bus, la aglomeración en un espacio cerrado, cargado al doble de su capacidad, se transforma en el ambiente perfecto para la propagación del virus.
Testimonios recogidos por la periodista Angélica Giménez del canal Gen revelan que algunos usuarios llevaban dos horas de espera, otros una hora y otros eran directamente ignorados por los choferes.
Paralelamente los buses de la Patrulla Caminera circulan prácticamente vacíos, ya que no tienen un cartel visible sobre el itinerario que cumplen, lo que probablemente haga que los pasajeros no suban por desconocimiento del trayecto.
Coincidentemente toda la semana se vienen registrando nuevos récords de contagios diarios. Solamente ayer hubo 2.506 casos positivos.