Chila respalda a los Romero y arremete contra el periodismo argentino: “No hay que ser guapo en la TV, hay que serlo en el momento”
Fuente: HOY
José Luis Chilavert no se mordió la lengua y atacó a los periodistas argentinos que hostigan a los hermanos Ángel y Oscar Romero a raíz del escándalo en San Lorenzo.
El excapitán de la Albirroja se hizo eco de las desaforadas declaraciones del panel de ESPN, que tras una explosiva entrevista con el jugador Pablo Piatti (excompañero de los mellizos en San Lorenzo) se atrevieron a pedir que agredan a los paraguayos.
“Ellos (periodistas) dicen que hay que sopapear a los Romero. No hay que ser guapo en la TV, hay que serlo en el momento”, señaló el tres veces mejor arquero del mundo hoy en charla con Ñandutí.
El periodista Sebastian Domínguez propuso “aleccionar” a los Romero, a la ‘vieja escuela’. “¿No hay uno que le dé un cachetazo a mano abierta? A mano abierta, para que después no se queje de que lo mandaste al hospital. Cachetazo a mano abierta. Y cuando te quiere decir algo, otro cachetazo más. Dejate de joder”, dijo el exjugador
Estas declaraciones generaron indignación en propios y extraños y llevó a la selección paraguaya de fútbol a declarar su respaldo “incondicional” hacia los albirrojos.
Chilavert, que tiene sobrada experiencia en este plano, comentó que los Romero “no necesitaron de ‘pseudoperiodistas’ para triunfar” y que la interna de San Lorenzo viene de mucho antes y por las malas costumbres que se fueron arraigando en el vestuario.
“El consejo que le di a los Romero es que sigan trabajando como hoy en día. Ellos no tienen la culpa de la mala situación de San Lorenzo. Aportaron su calidad y categoría como jugadores”, contó.
Este episodio sirvió para que Chilavert devuelva al tapete su antigua enemistad con Oscar Ruggeri, excompañero suyo en Vélez y hoy día comentarista de ESPN. “Somos el agua y el aceite. Algún día, si le encuentro por la calle, se van a enterar por la prensa lo que le ocurre. Ruggeri y esos (sus compañeros de piso) son unos payasos”, sentenció.
