Fuente: HOY
Los militares Amado Ariel González, Ismael Villasanti y Julio Ojeda fueron los «ángeles de la guarda» que lograron salvar la vida del joven sobreviviente José Daniel Zaván (19).
A las 14:35 del 9 de febrero de este 2021, el teniente de aviación – pilotaje Amado Ariel González se encontraba en la oficina cuando escuchó la fuerte explosión. Al salir pudo visualizar la terrible escena: una avioneta de la Fuerza Aérea había caído. “Sin dudar me voy a comunicar a la guardia para que pueda llamar a los bomberos”, dijo en una entrevista con ABC TV.
Luego volvió al sitio donde ocurrió el siniestro y observó que un cuerpo estaba a un metro y medio de la aeronave. “Me acerco y al ver que era mucho más grande que yo, pido ayuda. Agarro una pierna y el teniente Villasanti agarra otra pierna y en eso ya llega el suboficial Ojeda, juntos le apartamos”, comentó González.
El teniente de justicia Ismael Villasanti, quien también estaba en la oficina cuando ocurrió la caída de la avioneta, siguió relatando que rápidamente reaccionó con sus colegas. “Con el teniente González tratamos de alzar el cuerpo pero no pudimos porque era muy pesado el joven, pedimos ayuda y se acercó el suboficial, y entre los tres pudimos mover el cuerpo”, resaltó.
Se trataba del joven José Zaván, quien estaba inconsciente en ese momento. “No vimos ninguna reacción suya, no podía hablar ni mover un dedo, pero tenía signos de vida. Rápidamente le sacamos porque se estaba incendiando la avioneta”, contó.
El suboficial principal Julio Ojeda contó que estaba llegando a su unidad de trabajo cuando desde su vehículo fue testigo de la explosión de la avioneta que estrelló en la base militar, pero no llegó a ver el momento de la caída. “Fui con mi vehículo y me bajé a ayudar para sacar al muchacho que estaba a un metro del fuselaje del avión, tendido boca para abajo”, refirió.
Los tres militares llevaron al joven sobreviviente a unos 15 o 20 metros de la avioneta ante el peligro de una explosión. Tras esto intentaron rescatar a otro militar que estaba también fuera del avión, pero justo en ese instante ocurrió lo que se temía. “Lastimosamente no nos dio el tiempo porque al intentar llegar explotó el avión. Del humo negro perdí la visibilidad del joven militar y uno de los suboficiales me estiró del brazo porque era imposible penetrar del fuego y de la explosión”, agregó.
Contó que no pensaron en el peligro al que se expusieron porque solo actuaron para salvar la vida de las personas. “Hubo incluso una pistola disparándose dentro de un vehículo que estaba incendiándose en el lugar”, indicó.
Pese a su heroica actuación, los tres uniformados no se consideran “ángeles de la guarda”, tal como fueron los calificó la madre de José Zaván, y remarcan que solo cumplieron con lo que debían hacer en ese momento crítico.
En el accidente aéreo fallecieron el Cnel. DCEM Aníbal Pérez Trigo (piloto), el Tte 1° PAM Williams Román Orué (copiloto), el Mayor Alfredo Céspedes, el Tte. 1ro Marcos Samuel Romero, el Tte. Manuel Sotelo Riveros, el SOM Pedro Nelson López y Críspulo Almada (civil).
El sobreviviente José Daniel Zaván (19) está con un traumatismo craneoencefálico, con una herida en el cuero cabelludo, un trauma cerrado de tórax, trauma de miembros, fractura cerrada del húmero derecho y fractura de clavícula izquierda.